Las gallinas ponederas / E. N. Gutiérrez. - Matamala :
Advenediza Editora, 2014
746 p. ; 24
cm
Matamala, 13 y 14 de agosto de 2016
Asistentes : Eugenio, Mónica, Lis, Fer, Marta, Jorge, Laura,
Ruth, Francisco y Soledad.
En un momento de valentía me ofrecí como cronista de esta
tertulia, de la que no recuerdo el número que hace, y como veo que es muy difícil,
más que acta de la tertulia voy a intentar contar un poco como se desarrolló el
fin de semana. Gracias a la generosidad de Eugenio y Mónica se decidió
postponer la lectura de “Madame Bovary” por “Las gallinas ponedoras” ya que el
autor había conseguido casa para alojarnos en su pueblo, y que mejor lugar para
tragulear este libro.El sábado llegaron todos menos yo, Soledad, que llegué el
domingo. Como yo no estuve no puedo contar que hicieron, pero tenemos fotos que
atestiguan algunas de las actividades a las que se dedicaron.
Hubo sesión de afeitado o corte de pelo al autor del libro,
como atestiguan las fotos.
Los demás disfrutaron de lo lindo
con el espectáculo, a tenor de las risas que se ven.
Mónica hizo una paella de
verduras, que creo que estaba muy buena, al día siguiente Francisco se desayunó
un buen plato que había sobrado de la noche anterior y tenía muy buena pinta.
Se acostaron muy tarde, y no sé a qué hora se levantarían, pero creo que
durmieron poco.
Cuando llegué ya habían desayunado, y estaban haciendo las tortillas. Una
clásica de patatas y huevos y otra vegana, como dice Eugenio, con harina de
garbanzos y patatas, que decidimos llamar falafel de patatas, y que fue el
éxito de la comida, estaba muy buena, se acabó pronto y fue alabada por todos. Nos fuimos al pilón con todas las viandas y
las bebidas y, junto con los amigos del pueblo, nos dimos la habitual comilona.
Ruth hizo gala de lo hábil que es
y con sus manitas y sus abalorios nos hizo a cada uno de nosotros una gallinita
de felpa (creo que se llama así) y que lucimos en nuestras camisetas. (Ruth ha
prometido hacer una para cada uno de los que no pudisteis venir)
Mónica no sólo estuvo pendiente de
todos nosotros, también tuvo tiempo para ser buena amiga y atender una llamada
importante de consuelo y cariño. Así es ella de maja.
Como siempre comimos y bebimos muy
bien, hubo morcilla, fuet, queso, tortillas, cus-cus, empanadas, y todo
riquísimo. Se decidió aplazar la presentación a las cinco de la tarde, después
de la siesta, pero los tragulianos de pro decidimos comentar la novela entre
nosotros. Luego hago un resumen.
Nos acompañó un cachorro de perro,
un perrito monísimo (Francisco, si era monísimo, no se puede decir de otra
manera) que hizo las delicias de todos con sus juegos y sus mimos.
Y llegó la presentación. Mónica
hizo los honores de presentar al autor, E.N. Gutiérrez, ayudada por una gallina
muy simpática.
Yo pensaba que el autor estaría
un poco nervioso, pero se le nota que tiene tablas en el escenario y salió muy
bien parado. De todos los asistentes sólo se había leído el libro, además del
autor, suponemos, Ruth (medalla de oro), Lis hasta el capítulo 13 (medalla de
plata) y yo hasta el capítulo 11 (medalla de bronce). Si alguien llegó más
lejos en la lectura yo no me enteré, por eso no lo comento.
A media tarde nos merendamos el arroz con leche que había hecho Laura.
Estaba deliciosísimo, y eso que a mí no me gusta la leche.
Una vez terminada la presentación
y tertulia, algunas de nosotras dimos un pequeño paseo para conocer al roble
centenario.
Y como colofón los artistas
amenizaron la tarde con un magnífico concierto.
Ahora voy a intentar resumir lo
que se dijo de la novela.
A Mónica le gusta el
comienzo del libro “La noticia entró en La Garruña a bordo de la
camioneta del viernes por la tarde, por boca bajo visera de su conductor el
Cicerio, aquel hombrecillo de pecho inflado y labio mordaz que descargó el
pasaje junto a la marquesina única, aparcó el celebérrimo vehículo tras la casa
de los Yojanes, atravesó la espaciosa plaza hasta la calle de Abajo y, tras
detenerse un instante con hilo bruñido de sol clavado en la espalada, entró en
el bar.” Le gusta cómo presenta a los personajes, es muy cinematográfico,
como si fuera una película.
Lis se hizo un poco de lío al principio. Le mola cuando
se hace con la historia, le hizo reír bastante. Trata muchos temas, la mujer,
los ancianos, la mitología y eso le gusta mucho.
Todos, pero todos, coincidimos e
insistimos en saber de dónde habían salido y cómo se le habían ocurrido los
nombres.
Fer le pregunta a Eugenio cómo se inspira, y él
responde que en las Mil y una noches y en 2666 de Roberto Bolaño, donde había
leído una historia dentro de otra historia y luego cerrarlas, a mí me recuerda
a El Quijote.
Javi Moto pregunta en que se nutre, y Eugenio
le contesta que es un sistema político llevado a las últimas consecuencias.
A Marta le ha encantado el
capítulo 2, le gusta la relación entre Candelino y Quíciclo y la que tienen con
las chicas.
Ruth nos hace un resumen del libro, es la única
que se lo ha leído completo y comenta que le ha gustado, que tiene bastante
sentido del humor. El bien gana al mal, y que el cónclave es la historia de
España y que la contienda es la Guerra Civil.
Mónica nos cuenta que cuando descubrió que las vacas
castellanas no son las de los anuncios y que las gallinas tostadas no son las
auténticas lo hiló con la situación política social.
El autor nos aclaró que los
nombres son inventados y que también se ayudó con el diccionario. También nos
contó que empezó a escribir la novela después de unas fiestas de Matamala, los
personajes surgen en un ambiente ya creado, es un libro de recuerdos y de la
infancia, con lo que algunos personajes están inspirados en personas reales (La Catxonda es la Emilia) pero que él no es
ningún personaje del libro. La novela tiene mucha música de los 70 (el grupo
Barricada es muy importante para la novela) y mucha influencia cinematográfica
(Amanece que no es poco, La vida de Brian...) Según iba escribiendo se
retrotrae a la infancia. El libro no está editado porque no confía en las
editoriales Además nos dio la primicia
de que ya se está escribiendo la segunda parte. Para terminar Eugenio
nos leyó la introducción que está basada en Gargantúa y Pantagruel.
Ya no tengo más apuntes, la
próxima vez que me toque escribir la crónica de una tertulia me voy a llevar
una grabadora. Hablamos todos muy rápido y en varias conversaciones cruzadas.
Ya sé que otras actas han salido más lúcidas, pero esta es la que hay. Espero
que os guste.
Muchos besos para todos, nos vemos
en la próxima Tragulia el domingo 2 de octubre para comentar “Madame Bovary” de
Gustave Flaubert.