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jueves, 2 de abril de 2020

"NOCHES DE COCAÍNA" DE J. G. BALLARD










































29 de febrero de 2020: Noches de cocaína / J. G. Ballard


Reunidas Araceli, Laura, Jorge, Marta, Ruth, Julio, Elena, Mónica y Eugenio.


Abre la sesión Eugenio repartiendo un regalo de Francisco para las chicas: unas ecobolsas de múltiples usos: llevar el pan, la fruta, las legumbres... Se plantea si también servirán para meter las bragas delicadas en la lavadora, aunque Elena desea creer que son elegantes tocados para bodas griegas y Jorge nos demuestra de facto que son ideales medias para un buen atraco.

A continuación, Julio comienza a hablar del libro por él elegido y dice que ha sido un «fiasco total»; no le ha gustado, aunque sea de lectura llevadera, porque no dice nada interesante ni es creíble. Recuerda que la trama está situada en un complejo turístico de la costa sur española, y que una de las formas de animar a los clientes es el uso de la violencia, a lo que Elena comenta que mucho más civilizadas son las pastillas y la televisión; concluye Julio su repaso del argumento mencionando que el protagonista ha acudido al lugar para ayudar a su hermano, que se ha auto-inculpado de un incendio donde han muerto varias personas, pero al final pasa del hermano y se propone liarse con una médica. Señala al punto Jorge que el autor de esta novela, Ballard, es un guionista afamado, pero esta obra contradice esa fama, aunque Elena considera que el libro ha sido escrito por un «negro barato».

Elena llama la atención sobre el concepto de la felicidad que maneja la novela, y critica sobre todo ese revulsivo contra el aburrimiento que expone, basado en una combinación de drogas y violencia, una estructura delictiva escondida tras el atractivo de una parafernalia cultural; en general no le parece nada creíble la trama, a la que Jorge califica de inconexa. Elena recuerda a grandes rasgos el argumento que sitúa la acción en una urbanización playera, Estrella de Mar, que al parecer existe realmente; Julio menciona Costasol, que también existe, y Araceli señala que estos lugares están destinados a jubilados aburridos que esperan que llegue el animador para distraerse. Al hilo Elena se pregunta por qué matan al animador del centro, y Ruth indica que pudo ser la médica o el psiquiatra; Elena concluye subrayando que la novela ni siquiera resuelve su propia trama.

Mónica considera que la trama está fundada sobre el ejemplo de la literatura de Agatha Christie, pero sin lograr ni por asomo un producto de calidad. Califica el enfoque de machista y para apoyar su tesis lee un párrafo, al que tacha de «ridículo»; entonces Jorge le advierte que si ve así ese párrafo, no tendrá palabras para el pasaje de la violación en el porsche, que Mónica afirma no haber leído. Insiste en que el protagonista es un personaje insustancial, que va de salvador de su hermano, misión que recuerda Elena que no cumple, pues termina pasando de él. Araceli destaca entonces la noción de una policía española tercermundista que desvela el texto.

Eugenio dice tener la impresión de que se trata de una novela de ciencia ficción cutre, un libro de librería de aeropuerto, sensacionalista; señala que en un principio consideró la posibilidad de que haya en sus páginas una crítica a las consecuencias que la insatisfacción provocada por una mala gestión del ocio crea sobre las personas, pero considera que en este caso la obra estaría muy mal enfocada. Sobre lo que se ha dicho del autor como responsable de guiones y novelas llevadas al cine con éxito, recuerda que hay grandes películas basadas en pésimas novelas. Finalmente ironiza suponiendo que quizás esta novela no se haya entendido bien en nuestro club de lectura porque se trata deliteratura para hombres”.

Araceli manifiesta que se ha leído el libro entero y que ha indagado acerca del autor, hacia el cual ha descubierto cierta devoción entre círculos de revistas de informática, que lo considerarían un autor de culto. Dice que le ha gustado la descripción de la casa incendiada, y poco más; Mónica también declara que esta descripción fue un atisbo de esperanza, frustrado, y Jorge indica que en ese momento es donde Ballard introduce el feeling policíaco, y en el intento se queda. Araceli señala que la novela debe de haber sido compuesta por encargo, y sin duda el resultado es malo, para lo que se remite por último a la poco creíble transformación que el protagonista sufriría al contacto con el viciado mundo del complejo turístico, al que califica de inverosímil.

Laura comunica que tenía intención de leerse el libro, pero que un fallo tecnológico no lo hizo posible, por lo que tuvo que cambiar de lectura; al hilo de las opiniones expresadas hasta ahora, considera que ha tenido mucha suerte.

Jorge comenta que el libro es inconexo, un barullo que excusa distintas escenas de violencia, como la violación, el incendio o la muerte del animador; dice que se lo ha terminado de leer con la esperanza de llegar a entenderlo, pero completar la lectura le ha creado mayor confusión. Respecto al modo de elección del libro a través de la recomendación de terceros, señala que va a presentar una moción para cambiar los estatutos del grupo y evitar que esto vuelva a suceder. Y volviendo a este caso concreto, trata de encontrar algo positivo y señala que quizás se le podría extraer una moraleja: «tened cuidado con la desidia, que os la lía». Al hilo, Elena insiste en que el criterio para crear alicientes que saquen a los clientes del aburrimiento es a todas luces desmesurado, aunque Julio considera posible que jubilados extranjeros con poder adquisitivo necesiten de emociones fuertes, pues no le cabe duda de que en altas esferas de nuestra sociedad se cuecen extrañas aficiones.

Marta confiesa que ha sido el peor libro que se ha leído en su vida, pero tras varios intentos lo ha terminado; dice que no comprende cómo es posible que algo así sea editado.

Ruth señala que ha leído la novela en su totalidad, aunque no le encontraba ni pies ni cabeza, y además el pdf que estaba usando se terminó de improviso: pero logró acceder a otro documento, para descubrir con sorpresa que apenas quedaba libro que leer. Destaca entre las escenas la persecución por Marbella, que surge sin que se llegue a saber el motivo, y cuando al protagonista le ataca un ala delta, más de lo mismo. Señala que no se salva ningún personaje, a lo que Elena recuerda a las esposas aburridas en el cinefórum porno. Por último, Ruth cuenta que entre los implicados hay dos arrepentidos que confiesan y anuncian el incendio de la casa del psiquiatra, logrando evitar más desgracias.

Para la próxima Tragulia, Laura nos propone un libro que ha leído: La dependienta, de la escritora japonesa Sayaka Murata. Será el próximo 29 de abril, de nuevo domingo.