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lunes, 11 de agosto de 2014

"CERCA DEL CORAZÓN SALVAJE" DE CLARICE LISPECTOR



Segunda Sesión de La Tragulia
sobre la lectura de Cerca del corazón salvaje / Clarice Lispector
San Lorenzo de El Escorial, 3 de agosto de 2014


Reunidxs: Lis, Mónica, Eugenio, Soledad, Jorge, Marta, Carmen y Ruth.


1.- Estatutos

En primer lugar, votamos un artículo único para los Estatutos, con el siguiente contenido (provisional): "Cada miembro de la tertulia acudirá a las sesiones provistx de vaso, plato y cubiertos, adecuados al caso. Si la sesión se celebrase en la casa de Jorge, que no tiene muebles, también se debe llevar silla."
En la sesión de hoy solventamos la ausencia de vasos y cubiertos pidiéndoselos a Lis mediante washapp: en lo referente a platos, Ruth comparte los que trae (puesto que ella vino con varios, además de con su propio vaso).
Jorge sugiere que se incluya un segundo artículo en los Estatutos, para evitar que se pueda sugerir la lectura de un libro por parte de alguien que previamente no lo haya leído; pero se rechaza la propuesta, quedando los Estatutos como se indica arriba.



2.- Nombre colectivo

El segundo punto del día es la elección de nombre para el grupo. Se proponen cuatro: Sopa de letras, Tertugula, Gulatertu (que es el anterior, pero al revés) y La Tragulia. Este último hace furor y lo elegimos por unanimidad (o, al menos, si alguien se quiso oponer no lo hizo a tiempo). Pensamos en proponer a Concha que se encargue del logo, pero aún no lo sabe.



3.- Actas de la reunión sobre la lectura de Cerca del corazón salvaje, de Clarice Lispector

Jorge abre la sesión asegurando que ha hecho todo lo posible por leerse el libro, habiéndole dedicado más esfuerzo que a ningún otro en su vida; pero ha sido en vano. Comenta que no hay manera de leerlo sin quedarse compungido y perplejo, y que sin querer ha tenido que dejarlo porque no sabía por dónde cogerlo. Carmen se pregunta si el lenguaje empleado por la autora es un obstáculo para la lectura, y Jorge dice que el obstáculo es que el libro es infumable.

Marta señala que ella sí se lo ha leído, y que le ha gustado; que está muy bien escrito, con un ritmo muy agradable, aunque resalta la falta de empatía con la protagonista, a quien considera un personaje complicado, con una visión muy introspectiva que da la impresión de que le sobra el mundo entero y sólo se siente cómoda cuando está sin gente alrededor. Acerca del argumento, destaca las relaciones que tiene la protagonista con su padre; al respecto, Jorge recuerda las quejas que sonaron en la reunión anterior en torno a Leonora de Poniatowska, obra a la que se acusaba de desenvolverse en ocasiones bajo una sucesión de datos demasiado frenética, y señala que por lo menos en la novela de la autora mexicana, existía un hilo conductor de la narración, cosa que en la de Lispector se echa en falta. Soledad comenta que durante la lectura de Cerca del corazón salvaje hay que estar volviendo hacia atrás a menudo, y se pregunta por qué decimos que está mejor escrito que otros libros en los cuales no es necesario retroceder para captar el contenido del relato; Carmen recuerda que Lispector es escritora, y Poniatowska periodista.

Carmen indica que es fundamental el ritmo que la autora imprime a la narración, la musicalidad de la prosa que lo asemeja a una obra poética, con gran originalidad de las imágenes que describe y transmite; señala que la lectura no es apasionada, pues resulta difícil identificarse con la protagonista, dado el carácter adolescente de ésta, y que, de haber sido así, podría tratarse de un libro “de culto”. No obstante, insiste en que el personaje no nos dice nada, nos queda muy distante y no podemos sentirnos como ella, aunque la autora sí se identifica con la protagonista y la siente, se nota que no hay fingimiento; pero añade que esto no nos impide apreciar el uso del lenguaje que hace Lispector, mostrando un gran dominio, inusual para la temprana edad en que escribió esta novela y rodeada del ambiente literario regionalista y masculino de aquel Brasil de los años cuarenta. Respecto a identificarse con personajes de la novela, Soledad comenta que es posible hacerlo sin entender al personaje, a lo que Carmen insiste en que la Lispector de esta novela nos coge lejana porque se nota que es alguien muy joven que está haciendo autoanálisis mientras escribe; al hilo, Marta comenta que en ese aspecto le recuerda a la protagonista de Nada, a lo que Ruth replica que ella no encuentra esa relación entre el personaje de Carmen Laforet y el de la autora brasileña.

Ruth dice que no ha entendido nada, aunque se lo ha leído entero (Soledad señala que se encuentra en la misma situación); indica que el libro es una especie de diario íntimo donde la autora ha ido dejando sus impresiones y sentimientos, pero como novela no lo encuentra aceptable, y en comparación le gustó más el de Poniatowska. Lis recuerda entonces que la vida de la protagonista parece muy marcada por la relación con su padre, y que sus impresiones muestran un mundo interior rico y conflictivo, a lo que Carmen señala que esa inestabilidad emocional ya parece existir cuando él está vivo, a lo que Marta añade que la protagonista se nos dibuja muy atormentada desde el principio.

Lis ha leído también algunos artículos de revista donde la autora describe en tono irónico las funciones que debe ejercer la mujer casada con un diplomático, y también cita otra novela de Lispector, La hora de la estrella, donde el protagonista es un hombre que muestra su visión sobre las mujeres; indica que es un libro más maduro y asentado que el que comentamos, a lo que Eugenio comenta que él sólo había leído pequeños relatos hasta ahora, y después de la lectura de esta novela, pensó que el cuento era lo que mejor domina la autora. Lis añade que su hábito de lectura pasa por los momentos que preceden al sueño, pero que con la novela de Lispector no ha podido ser, porque se dormía antes de tiempo; señala que exige mucha concentración, pues el texto representa las reflexiones de búsqueda de sí misma que realiza la protagonista y es muy filosófico. A propósito, evoca la mención a Spinoza, y resalta que la perspectiva adolescente de Lispector se evidencia en esa especie de indagación existencial sobre dios y el resto de preguntas trascendentales propias de esta etapa de la vida, a lo que replica Soledad que ella no se planteaba esas cosas, mientras Carmen subraya el carácter metafísico de la novela. Por último, Lis lee algunas frases donde la autora manifiesta en el personaje cierta personalidad que se ignora a sí misma.

Mónica imagina que de esta obra podrían haber salido varios libros de poesía, y comenta que, dependiendo del momento en que te pongas a leer, la narración te engancha o se hace imposible, pero que en todo caso las imágenes que pueden captarse son muy potentes, y para ilustrarlo lee un fragmento en el que la protagonista está en la bañera y habla de un agua “ciega y sorda pero no muda”; también recuerda lo que se inventa al hilo del alquiler de un piso, cuando recrea la historia de la mujer que la atiende mediante la voz de ésta, lo que Mónica ha relacionado con un texto de Tabucchi donde el escritor italiano habla de la memoria auditiva, y de cómo a través de las voces nos hacemos una idea de la personalidad y del estado de ánimo de los demás. Por su parte Jorge también lee la escena del robo de un libro por la protagonista, cuando ésta anda de compras con su tía, y añade que fue a partir de este punto cuando ya le fue imposible continuar la lectura. Mónica insiste en que hace falta un espacio y un momento muy concretos para leerlo, y Soledad apostilla que es algo que precisamente ella no ha podido encontrar. Mónica concluye resaltando el cariz poético del texto, a lo que Carmen comenta que a Lispector le gusta mucho divagar, por lo que se mueve mejor en la prosa; Lis añade que hay una serie de relatos para niños escritos por la autora, en un intento por recuperar parte de la tradición oral portuguesa.

Eugenio también cree que es un libro muy denso y que resulta complicado mantener la atención durante la lectura, que se hace lenta y pesada; pero está de acuerdo en que contiene pensamientos muy elevados, que le parecen acordes con la edad de la autora porque en ese momento se tienen las ideas muy claras y no hay experiencia que obligue a puntualizarlas; así, lee un fragmento donde la narradora se inquieta por no poder expresar lo que siente, y que cuando lo intenta, sus pensamientos se van modificando por efecto de lo que dice al hablar. Señala que a su juicio la autora ha creado en esta novela una historia para unir sus escritos juveniles, a lo que Mónica indica que es una especie de diario, y Soledad lo relaciona con el ensayo y comenta que puede ser considerado un libro de reflexiones; al hilo, Carmen resalta los juegos en la voz narradora, que pasa de tercera a primera persona y de un personaje a otro.

Soledad señala que es un libro rompedor y muy exigente, y que hay que encontrar el momento de ponerse con él; recuerda la insistencia con que ella afrontó la lectura de Cien años de soledad, que finalmente pudo disfrutar, y ante lo que Mónica le recomienda que lea Pedro Páramo. Soledad lee un fragmento donde se produce uno de esos cambios de persona en la narradora, cuando no se sabe exactamente quién narra, ni de dónde sale la voz, a lo que Carmen indica que ésta es la época del monólogo interior, y que el estilo es acorde con lo que estaba en boga. A continuación, Lis comenta que ella ha escuchado la lectura de un párrafo en el idioma original, y es muy musical. Por último, Soledad recuerda la escena en que la protagonista pregunta a la profesora durante una clase, qué es lo que una consigue cuando alcanza la felicidad, ante lo cual Jorge señala que después de leer ese pasaje, se animó a reintentarlo.



Finalmente, elegimos la próxima lectura, en sorteo al azar entre varios títulos,
-        El amante lesbiano / José Luis Sampedro,
-        Relatos de Alice Munro,
-        Industrias y andanzas de Alfanhui / Sánchez Ferlosio,
-        Cien años de soledad / García Márquez,
-        El amante de lady Chatterley / D. H. Lawrence,
-        La señora Dalloway / Virginia Woolf, y
-        El secreto / Donna Tartt;

para el día 5 DE OCTUBRE
en la casa de Jorge (siempre y cuando siga sin alquilarla);
y la mano inocente de Pedro extrae del sombrero:

EL AMANTE LESBIANO / JOSÉ LUIS SAMPEDRO.

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